El desarrollo de la empresa (1964-1980) | |
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Los mercados de exportación
Finalmente en el año 1960 Luis Molina consiguió su sueño y fundó los talleres de orfebrería que existen en la actualidad en la ciudad de Madrid. Estos talleres se convierten inmediatamente en sinónimo de calidad y de excelente servicio.
Llegado 1966, el número de empleados de la firma había crecido de manera constante hasta alcanzar más de 50 trabajadores altamente cualificados. Todo esto ocurría mientras las diferentes órdenes religiosas solicitaban cada vez más trabajos de orfebrería, a la vez que los antiguos talleres artesanales europeos iban desapareciendo con el paso del tiempo. A pesar de que también hubo tiempos duros tras la bonanza económica de los años 60 como el Vaticano II o la Transición Española, en los que muchas compañías del sector se vieron obligadas a cesar en su actividad, la empresa continuó luchando y sobrevivió gracias a su capacidad para ofrecer los vasos sagrados de mayor calidad unidos al mejor servicio al cliente.
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